08 Abr 260 años del nacimiento del Beato Guillermo José Chaminade
Hoy estamos de aniversario. 260 años del nacimiento del Misionero Apostólico. Con un profundo agradecimiento a Dios, recordamos las palabras de su primer biógrafo, José Simler que nos lo recuerda así:
Guillermo José Chaminade nació el 8 de abril de 1761 en Périgueux, capital del antiguo Périgord.[…] El último retoño de esta familia patriarcal, había nacido en la casa de sus abuelos maternos, en la calle Froide, a poca distancia de la calle Talleifer, pero de otra parroquia. Por eso no fue bautizado en la iglesia metropolitana de Saint-Fronte, sino en Saint-Silain, iglesia venerada también por su antigüedad y dedicada a uno de los primeros apóstoles del Périgord. Era la parroquia más importante después de la catedral. Su párroco, Anian Dubois, administró el bautismo al niño. El nombre de Guillermo le fue impuesto por el padrino, amigo de la familia, el panadero Guillermo Moraux.
Su madre le había dedicado ese amor de predilección que da naturalmente al último hijo. No que tenía que temer los celos de los demás hijos; para ellos, como para ella, Guillermo era el pequeño Minet, nombre que le quedó en las relaciones familiares, incluso después de ser ordenado sacerdote. Todos se sentían atraídos por él: su inteligencia precoz, la fina ingenuidad de sus contestaciones, su talante abierto, su amabilidad sonriente para con todos, ejercían ese encanto que le valió más tarde tantas heroicas adhesiones y le sirvió para ganar tantas almas para Dios.
La Familia Marianista celebra su fiesta en el día de su paso a la vida eterna que es el 22 de enero. Sin embargo, una muy querida obra marianista casi recién nacida en nuestra provincia, el Colegio Chaminade de Baurú en Brasil, festeja a nuestro fundador en el día de su nacimiento. También ahí están celebrando que acaba de lanzarse la primera biografía de nuestro fundador en portugués (https://issuu.com/colegiochaminadebauru/docs/biografia_chaminade_brasil_).
A ellos nos unimos hoy, pidiendo que los bendiga y aliente en la hermosa misión educativa que se empieza a desperezar a pesar de las dificultades de la pandemia. Nuestro afecto, aliento y oración, a cuantos formáis en la fe en Baurú, inspirados por Guillermo José.