3 de marzo: Presentación de la nueva edición del libro sobre Faustino «Tal vez me hable Dios»

3 de marzo: Presentación de la nueva edición del libro sobre Faustino «Tal vez me hable Dios»

El próximo jueves, 3 de marzo, a las 19.30 horas, el colegio Nuestra Señora del Pilar (Marianistas Valencia) acogerá un acto de celebración del día del Venerable Faustino Pérez-Manglano Magro, que contará con la presentación de la reedición del libro biográfico «Tal vez me hable Dios», escrito por su confidente, ex director y profesor del centro y sacerdote marianista P. José María Salaverri Aranegui, sm, que falleció en 2018. De esta manera, el colegio recordará a dos de sus iconos más queridos y celebrados, que siguen inspirando e insuflando ánimos a las generaciones venideras.

El acto, que se celebrará en el salón de actos del centro, contará con la intervención del P. Manuel Cortés, sm, ex Superior general de la Compañía de María y antiguo alumno de este centro; del P. Rafael Iglesias, sm, sacerdote marianista y actual asistente de Vida Religiosa de la Compañía de María, y del P. José Luis Sánchez, vicario episcopal de Cultura y relaciones institucionales de la diócesis de Valencia.

Así mismo, durante el evento el artista valenciano Luis Lonjedo ejecutará una pintura en directo del Venerable Faustino, y también se contará con la actuación especial del coro del colegio, que cerrará el acto.

El libro «Tal vez me hable Dios» supone una nueva edición del publicado por la editorial PPC del grupo SM en 1986 y reeditado en 1993.

EN DIRECTO: La presentación de podrá seguir en directo a través del siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=cKVkBS8u27U

Sobre Faustino

Faustino Pérez-Manglano Magro nació en Valencia el 4 de agosto 1946, siendo el mayor de cuatro hermanos. Recibió de sus padres, Faustino y Encarnación, una cuidada educación cristiana. En 1952 ingresa en el colegio marianista Nuestra Señora del Pilar (en ese momento en la plaza del conde de Carlet). En 1954, recibe la primera comunión y en el 1955 la confirmación. En 1957 empieza el segundo curso de Bachillerato ya en el nuevo edificio colegial del Paseo de Valencia al mar (hoy Avenida Blasco Ibañez). Su vida se desarrollaba como un chico corriente: le encanta el deporte – la pasión del fútbol – natación, montaña. Le gusta el cine, la televisión, leer novelas, hacer amigos.

Faustino con sus padres. 1960.

«Tal vez me hable Dios”

A los 13 años hizo su primer retiro espiritual y el 14 de septiembre de 1960 escribió la primera página de su Diario. Este Diario es un indicador valioso de su vida espiritual y de los acontecimientos de su vida.

En octubre de 1960, se unió a una fraternidad de jóvenes del colegio. Este grupo se reúne una vez a la semana. El 22 de octubre ocurre algo muy importante para él. En un retiro, después de reunirse con su capellán, escribió ese día: «Hablamos de muchas cosas, pero hubo una cosa que me llamó la atención: ¿Qué vocación es la mía? ¿Médico, químico? ¿Tal vez la opción de ser sacerdote? Esa última posibilidad es lo que más me ha impresionado. ¿Me ha elegido Dios? Él me lo dirá. Las horas que me quedan hoy de retiro, voy a guardar completo silencio. Tal vez me hable Dios…» Fue también durante este retiro cuando escribió en forma de resolución: «Voy a tratar de vivir la «ascesis de sí: decir que sí a todo lo que es bueno». Más tarde, cuando se le preguntó cuándo sintió la llamada del Señor, dirá que esa misma noche, durante la cena en silencio: «En la cena vi con toda claridad: el Señor me quiere religioso marianista». A partir de esa fecha, su amistad con el Señor crece día a día. Esta relación tan estrecha y frecuente con Cristo se convierte en amistad sencilla y profunda. Para él, Jesús es un familiar, un amigo con quien se puede hablar de todo, incluso el fútbol.

Enfermedad

El 29 de noviembre 1960 cae enfermo. Después de los análisis médicos, finalmente le diagnosticaron la enfermedad de Hodgkin, una dolencia incurable en aquel momento. Se le aplica un tratamiento agresivo y agotador. Durante largos períodos, tiene que permanecer en casa, pero él sigue trabajando duro con el fin de no perder el curso. Nunca se quejó, pero en su diario, se descubren los momento más difíciles: “Durante la tarde me dolía todo el tiempo» (06/02/61). » A las 8, le pedí a mamá que me diera masajes para dormir sin demasiado dolor. A las 10, me desperté, y nos fuimos a la Cruz Roja. Me hicieron dos radiografías. Cuando volvimos a casa al mediodía, sentía ganas de llorar. Estaba muy mal, con la moral baja». (27/11/61). Desde febrero, ya no puede ir a clase. Pero le dedica mucho tiempo a su trabajo escolar: él no quiere perder su año. Tiene que limitar todos los deportes, pero no se queja: está satisfecho con lo que puede hacer y escribe que él es feliz y que todo es “maravilloso»: es la palabra favorita de Faustino. Disfruta con las sesiones de cine-fórum que tiene lugar en el colegio. Ve la película “Los cuatrocientos golpes” de François Truffaut. A pesar de que ya no podía hacer deporte, está con sus compañeros cuando compiten. En 1961 peregrina a Lourdes y pasa temporadas alternando la vida en el campo (recomendación de los médicos) y el curso escolar. Hay meses en los que se siente mejor, aunque las sesiones de radioterapia le suponen cansancio y desmejora física.

Faustino en las vacaciones de 1962.

El sentido del otro

En enero de 1962, Faustino cuenta en el diario una anécdota que muestra la preocupación que tiene por el otro:«Este chico tiene catorce años. Vive en una buhardilla, apenas puede comer, trabaja ocho horas al día». Se cita con un amigo que pasa necesidad, para ayudarle. Este sentido del otro es una señal importante de su carácter y sensibilidad social. Su camino espiritual no le centra en sí mismo sino en los otros: «Ser útil a los demás es una de mis resoluciones y quiero ponerlo en práctica estaré muy atento con todos los que conozco y les voy a ayudar» (22/6/61). «Tenemos que empezar a trabajar por eliminar de nosotros mismos todo lo que Cristo no aprobaría. Eso significa trabajar en mi entorno, en casa, en el colegio, con mis compañeros de clase, en la ciudad, en el mundo entero» (01/25/62). Pero no ahorra ningún esfuerzo por vivir al cien por cien la vida cristiana:«Hoy la Iglesia necesita testigos Debemos ser testigos de Cristo del siglo XX muestran que uno puede vivir una santa tan grande que durante los primeros siglos de la Iglesia» (01/26/62). En este proceso, María ocupa un lugar muy grande: «María, yo quiero ser tu apóstol. Tenemos que ganar el mundo para ti, como hizo el Padre Chaminade, tenerte como nuestra guía y a Jesús como nuestro modelo. Ayúdame, Madre, para amarte más y mejor « (05/16/62).

Su último año

A los 15 años, escribió en su diario, con fecha 22 de junio de 1962: «Hoy hace veinte meses que Dios me dijo que le siguiera. Es maravilloso pensar que estaré toda mi vida al servicio de Jesús y de María. Seré un pescador de almas. He estado reflexionando y me gustaría ir como religioso marianista a Sudamérica, donde hacen falta tantos brazos para salvar almas». Faustino es consecuente: no olvida la decisión tomada veinte meses antes. En el verano de 1962 participa en el camping colegial por Francia y Suiza.

El 23 de enero 1963 escribe: «Tengo que ser un verdadero cristiano. Para lograr esto, tengo que limar lentamente mis imperfecciones porque ser un buen cristiano no es fácil. Es aún más difícil de lo que uno imagina. María, ayúdame a ser otro Cristo».

El final… o mejor, el principio

El 23 de enero 1963 no se levanta de la cama. Ya no se recuperará. No reacciona al tratamiento. Los médicos están desarmados y saben que no hay esperanza de recuperación. El 11 de febrero 1963 escribe: «Anteayer sábado, fue un día muy feliz para mí, porque recibí el sacramento de los enfermos y renové mis promesas por un mes como miembro de la Fraternidad. Hoy es la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes. Que nuestra maravillosa madre del Cielo nos ayude a todos a ser mejores. Ayúdame, madre, a ofrecer estas pequeñas molestias para el bien del mundo».

Tres días antes de su muerte, su capellán lo visita; parece sufrir mucho. 

-¿Cómo estás Faustino?

-Bien, padre.

-¿Tienes dolores?

-Depende del punto de vista.

-¿Cómo es eso?

-Bueno, vamos a ver, padre, en este momento hay muchos que están sufriendo más que yo. 

Faustino muestra un gran dominio de sí. No se le oía ni una palabra de queja. El 3 de marzo 1963 Por la tarde, su capellán, el padre José María Salaverri, viene a ver a Faustino que parece sufrir mucho. Pero en medio de la conversación, preguntó de todos modos: «Padre, ¿sabe usted si el partido de esta noche lo van a televisar? ¡Pero qué tonto soy: si no voy a poder seguirlo! ¡Estoy muy cansado!» En la mesilla de noche hay un papel en el que se puede leer la alineación del partido. Esa misma noche, tarde, llama a su madre. Al enderezar el cuerpo dolorido, cae de repente, sin un gesto, en silencio, con suavidad, y ya permanece inconsciente en los brazos de su madre. Así pasó a los brazos de Dios nuestro Padre. Eran las 23h 20.

Su biografía «Tal vez me hable Dios» del P.José María Salaverri está traducida al italiano, francés, inglés, húngaro, polaco, alemán, portugués y japonés. Varios movimientos juveniles han surgido en diversos paises del mundo bajo la inspiración de Faustino

El 14 de enero de 2011 el Papa Benedicto XVI aprobó las virtudes heroicas de Faustino Pérez-Manglano, por el que se le puede llamar Venerable.