16 Mar Ignacio Prado García (1931-2020): «Entusiasmo, simpatía y bondad pastoral»
Escrito por: Ramón Mª Iceta, sm
Ignacio nace en Neguri (Vizcaya) el día 8 de junio de 1931, octavo y último hijo de Juan Prado y Carmen García Verde. A los cuatro días fue bautizado en la parroquia de San Ignacio de Algorta, el día 12 de junio, y confirmado en la misma iglesia a los tres años, el 8 de julio de 1934.
Neguri y Algorta son barrios de Guecho (en euskera y oficialmente Getxo), municipio situado en la costa del territorio histórico y provincia de Vizcaya, en la comunidad autónoma del País Vasco. Es la franja costera que comprende el último tramo por la derecha del río Nervión, ya convertido en ría de Bilbao, la orilla oriental del Abra, o estuario de dicho río, y parte de costa a mar abierto. Forma parte de la comarca del Gran Bilbao y del área metropolitana de Bilbao. Destaca por la presencia de palacetes y viviendas construidas por la alta burguesía durante la industrialización. En Getxo se sitúa el famoso Puente Colgante, construido entre 1887 y 1893, recientemente declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 2006.
Su padre, Juan, nació en Argentina, hijo de un vizcaíno, de los muchos vascos que emigraron en su época a aquella nación y a otros países de América. Fueron allá dos hermanos, Juan y Hermenegildo. Allí hicieron fortuna. El padre de Ignacio murió cuando éste tenía apenas tres años, por lo que podemos decir que apenas lo conoció.
El padre de Carmen, su madre, provenía de Derroñadas, y la madre de Cameros, en La Rioja. Sus padres se conocieron en Bilbao, aunque siempre mantuvieron la casa de Derroñadas, desde donde unas cuantas veces escribe Ignacio. Derroñadas era una localidad de la provincia de Soria. Pueblo de la comarca de El Valle y La Vega Cintora que pertenece al municipio de El Royo, donde los marianistas tuvieron una escuela.
Los padres de Ignacio tuvieron 8 hijos: Pilar (Esclava del Sgdo. Corazón), Asunción (Carmelita D.), José María, Juan Manuel, Mª Josefa, Fernando, Concepción e Ignacio (Marianista), el benjamín.
Desde Derroñadas, el 31/VIII/1948, con 17 años, Ignacio escribe al superior provincial de los marianistas, padre Florentino Fernández, para pedirle el ingreso en el noviciado. Le cuenta su vida: los siete primeros años, en casa con sus padres; luego, en un colegio regentado por los Padres del Corazón de María, y luego con los Agustinos, hasta que fue al internado marianista de Vitoria.
El 21/IX/1948 vuelve a escribir al P. Florentino para agradecerle que hubiera aceptado su ingreso al noviciado. Esta vez le trata directamente de “amigo”: “Muy estimado amigo P. Florentino”. Le cuenta la alegría recibida al conocer que había sido admitido al noviciado y cómo lloró de emoción al leer la carta ante la Virgen del Pilar. Le habla del P. Pedro Urquiaga, su director espiritual, y de los consejos que le da, de la vida frívola de Neguri, de la especial predilección de su abuelo por los marianistas, de la relación del obispo de Tarazona, D. Manuel Hurtado y García, con su familia, con la que pasa alguna “temporadita”, de sus oraciones ante la Virgen del Castillo… su agradecimiento a la Virgen por su vocación y la súplica de su auxilio para corresponder a la misma… (La Virgen del Castillo es una ermita dedicada a María con esta advocación en el término municipal de El Royo).
Si quiere conocer más sobre la vida de Ignacio Prado sm, puede leerlo en este documento: IGNACIO PRADO GARCÍA
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